Último adiós

Fecha de actualización: 2019-11-20 12:58:56

Por: Irene Tovar

La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH),  brindó homenaje con el cuerpo presente del maestro Alfonso Caldera Negrete; acompañado de familiares, alumnos, docentes, administrativos y directivos, despidieron y honraron la vida del maestro.

Antes de dar inicio, alumnos caminaron detrás de la carroza como signo de respeto y agradecimiento por lo compartido, al llegar a la institución caminaron junto al féretro llevándolo a la explanada junto a su familia.

Durante el acto, la banda de guerra de la secundaria técnica 44, hizo acto de presencia con el conocido toque “tres de Diana” y toque de “silencio”.

Omar Barraza, brindó algunas palabras en representación de la institución, de igual manera, Francisco Limón, en representación del alumnado.

“Impactó nuestras vidas positivamente, su manera de enseñar era única, se preocupaba siempre por nosotros, hoy me falta un maestro, me faltaran clases… Inmortalizó la frase 'si o yes', que significaba que en la vida no había más que sí o sí luchar por tus sueños”, agregó Francisco Limón.

Los ex directores, Eloy Díaz Unzueta, José Eduardo Borunda Escobedo, Samuel García Soto y el director actual Abraham Paniagua Vázquez, fueron participes de la primer guardia de honor, haciendo segunda los secretarios de la facultad, Ismael Zepeda, Víctor Reyes, Jesús García y Benjamín Rangel y como tercera y última se dejó a cargo de algunos estudiantes. 

Domitila Caldera Negrete, hermana del maestro, expresó algunas palabras de agradecimiento, “Así como fue con todos ustedes, fue con nosotros, su presencia irradiaba luz, vino al mundo con el propósito de dar amor”, comentó. 

El maestro Alfonso Caldera Negrete, “El teacher”, como muchos estudiantes solían llamarle, se preocupó en todo momento por el bienestar de sus alumnos, más que impartir clases, impartió felicidad, seguridad y motivo a cada uno de los estudiantes a continuar día con día logrando ganarse el corazón del alumnado. 

Con un aplauso y de pie, la FCPyS se despide de su cuerpo, pero su recuerdo permanecerá en cada uno de los que tuvieron dicha de llamarse “sus estudiantes”.